A los 6 años negociaba con mi mamá: "si no me pongo el pantalón violeta, no voy al cumpleaños". Pareciera como que de alguna manera mi destino ya estaba escrito y vestirme bien era algo que condicionaba mis planes. A mis 17 años empecé a comprarme ropa por mis propios medios y así fue como conocí el mundo de la moda vintage (y todo lo lindo que eso conlleva), cuando visitaba tiendas vintage con música jazz y vinilos, sentía (y siento) como mi alma se siente en casa entre antigüedades y ropa de época, tan así que fui incorporándola para demostrar quien soy a través de mis prendas e ir generando mi propio estilo, el cual conservo hace 11 años. Hoy, a mis 28 años estoy lanzando mi marca de ropa, no podía terminar de otra manera, verdad? Soy Camila Lanzavecchia, una chica de otra época con una mágica historia para contar.
Cuando tenía 20 años mágica y locamente empecé a trabajar como vestuarista gracias a que una navidad del año 2017 fui a una fiesta y me encontré a Stefania Roitman, quien me dijo que le encantaba como estaba vestida. Para ese entonces estudiaba psicología en la UBA pero mi alma sabía perfectamente que ser psicóloga no era mi futuro. Tres días después, sin consultarlo con nadie, se enciende una señal en mi mente la cual me decía que le mande un mensaje a Stef preguntándole si quería que le arme looks para eventos. No tenía experiencia laboral ni marcas con las cuales trabajar pero había un as bajo mi manga el cual me decía que me iba a decir que si: le había encantado como estaba vestida. Después de una inmensa autoconfianza y energía positiva, finalmente Stef me dijo que si y así sin más... empecé a ser su vestuarista. La vida me cambió por completo, dejé mi carrera como psicóloga y en tan solo unos pocos meses comencé a vestir a un montón de celebrities de Argentina.
Al poco tiempo, año 2018, nace el deseo de tener mi marca de ropa, con el mismo estilo e identidad que conservo en la actualidad (eso habla de cómo mi esencia perdura en el tiempo), había impreso las etiquetas de la marca y estaba cerrando diseños pero al ser todo muy nuevo, de golpe y ser una chica de 20 años decidí seguir creciendo como estilista de moda y postergar el deseo de marca. No me arrepiento de la decisión ya que fue el tunel perfecto que tenía que atravesar para hacer las conexiones correctas y ganar mucha experiencia.
Luego de 6 años de logros y crecimiento, después de trabajar con muchas marcas y clientas, se despide lentamente mi rol de vestuarista para darle lugar a la diseñadora innata que siempre fui, inaugurando Lanzavecchia a pedido de la gente, del universo, de mi alma y mi corazón. Diseño y diseñaré para ustedes, transmitiéndoles ese profundo mensaje que siempre les digo: disfrutemos de vestirnos, no sigamos tendencias, busquemos siempre esa distinción y originalidad en cada prenda y accesorio que incorporemos, la vida es muy corta para no animarnos a lucirnos.
Me despido agradeciéndoles por quererme, por esperar mi marca con una ansiedad divina y por acompañarme en este largo proceso.
Espero inspirarte a la hora de vestirte, te quiero mucho.
Camila Lanzavecchia
